domingo, 29 de junio de 2008

JAURETCHE NO TIENE LA CULPA

Oscar Parrili, ex diputado defensor de la privatización de YPF, que gozaron los KK en Santa Cruz, es seguidor de las lecturas de Jauretche. Es mas, en Neuquén, conformo con otros compañeros de ruta el Ateneo Jauretche, donde coincidía en sus gustos literarios con personajes como Luis Sapag, hijo del cacique emepenista. Lo mismo que el presidente del PJ actual, se deleitaba con las citas del Viejo Vizcacha de FORJA, sobre todo con sus descalificaciones a la oligarquía vacuna, al imperialismo occidental de la época titulado “colonialismo” y sus arrebatos románticos de un “nacionalismo revolucionario”. “El medio pelo en la sociedad argentina”, refleja el rechazo de la clase media que por definición, es oscilante entre los extremos de la política. Derecha e izquierda en cambio, firmes, de espaldas contra paredes laterales, parecen mas firmes ideológicamente, inconmovibles pero también incapaces de reconocer nuevos caminos para avanzar. Tal vez, solo tal vez, Jauretche estaría hoy contra “el campo” aunque no contra los trabajadores, productores pequeños y medianos, muy lejos de su Sociedad Rural de los 40. Porque a diferencia de sus pretendidos discípulos de la banda KK, Don Arturo era inteligente y sabia discernir las épocas, los tiempos y los cambios… la mejor prueba fue su honorable pase de la FORJA radical al peronismo de Perón. Desafortunadamente hoy en el gobierno, los montoneros prófugos y los parrileros de la Armada Brancaleone, solo heredaron la dureza intelectual, sin concesiones ni respeto por las ideas distintas u opositoras, rayando en obcecación de una Bonafini. Buscan golpistas donde solo hay opiniones distintas, tildan a compañeros de traidores por pensar equilibradamente, alimentan vagos con las arcas del estado -que ven disminuir a ritmo alarmante- ,contratan un elenco estable de apoyo, que trasladan, amontonan y filman cada vez que pueden para simular un consenso y aplauso tan falso como vacío de contenido. Buenas lecturas en su momento, hoy anacrónicas por el cambio tanto del paisaje como de los protagonistas, solo rescatan los eternos valores y el carácter del autor, precisamente lo que carecen estos patagónicos. Jauretche estaba dentro del Justicialismo, y no a la inversa. ARGENTINA RESISTE

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