sábado, 16 de mayo de 2009

EL VELORIO...

Parodia de los actos peronistas, aquellos con gran carga de sentimientos, espontaneidad, mística, fervor y desde el palco un líder, interpretando y dialogando a través del discurso con su gente, los compañeros. Caricatura de ello, montaje pagado y fatuo, respirando a libreto -caro eso si- de Braga Menéndez, lleno de furtivas miradas a las cámaras y sobre todo, lo infaltable: LA MENTIRA Y LA TRAICION propia de los KK, los monto burgueses, la infaltable CGT, la claque de La Campora y todo advenedizo kirchnerista. Sin embargo, los perfumes no fueron esta vez de sudor, mezclado con las esencias importadas de los acomodados. Un fuerte olor a calas impregnaba todo el ambiente, y ni siquiera la "frescura" de la neo candidata -una verdadera fresca Nacha- pudo disipar los vahos a entierro, a sainete y burlesque.Con la lentitud sin sorpresas de una película de Favio fueron pasando los personajes, ajustados a su papel, mostrando tras el maquillaje, su pasado revelador que los define. Fui a mi primer acto peronista cuando la campaña de Framini en Buenos Aires, en plena Resistencia al gorilismo imperante, con amenazas de bombas que nunca aparecieron, con miedo y valentía inconsciente por mis escasos años. Eran épocas de “la vida por Perón” y estábamos dispuestos a darla, porque sabíamos que se jugaba nuestro destino y un cambio para nuestros padres, perseguidos, sin sindicatos –los verdaderos- ni trabajos, silenciados, ocultos en el ostracismo interno y de barrio. Que distinto al pibe arreado, pagado con un sándwich, un “papel” o pa’co-mpletar, solo una promesa de algún puesto municipal. Por un lado, el carnaval KK. De este otro, ARGENTINA RESISTE.

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