Excelencia, como Perfeccion.

Argenzuela no reconoce el saber. De materias especificas –ingeniería, economía, seguridad, derecho, aeronáutica y hasta futbol- opinamos sin asesoramiento alguno. En todos los ordenes nos movemos entre un mar revuelto de palabras, donde el mas bocón parece tener la razón. Así vemos y oímos D’Elias, Hienas, Maradonas, vagos, mantenidos, analfas, con micrófonos y cámaras frente a sus verborragias expulsadas con la fuerza de la certeza ausente. Y como son caudillos, artistas, periodistas, diputados, presidentes de lo que sea, mediáticos, deportistas conocidos, vedettes, chaperío de lata en el tema tratado, LOS CONTEMPLAMOS Y ESCUCHAMOS. Y LA EXCELENCIA? El conocimiento adquirido pacientemente, la experiencia, el laboratorio, la practica, la idoneidad sigue ausente y hasta menospreciado. EL SABER DE QUE SE TRATA, no es una cuestión de velocidad de respuesta sino de respuesta correcta. Caso contrario, debemos reconocer que la profecía se auto cumple: DA LO MISMO UN BURRO QUE UN GRAN PROFESOR.