sábado, 13 de marzo de 2010

El huevo de la serpiente...

Recuerdo como se conformo la Cámara de Diputados en 1983. Los novatos en política, muchos desconocidos aunque votados dentro de la lista radical, que conformaron junto con el peronismo revuelto y otras fuerzas, un estilo de diputado obsecuente, ignorante, levantamanos, de baja calidad intelectual. El merito era ser “democrático” y todo lo demás no importaba. Con el tiempo se avivaron que podían enriquecerse en esa función y fueron sumando picardías y corrupciones, venalidades, falta de palabra y valores personales. Hoy votan aunque nos traigan lo peor del narcotráfico y lavado mexicano o ruso, da igual. La dignidad y honorabilidad se fueron con quienes se batían a duelo o preferían suicidarse si eran sospechados. Pasaron los banelquizados, los diputruchos, y aceptaron rateros de fondos provinciales y asesinos de colimbas… AHÍ LOS TENEMOS, ESPERANDO LA PURGA POPULAR.

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