Los actos peronistas y los actos KK

Fui al local del PJ salteño con la intencion de encontrar al Carancho. Habia olvidado el miedo del enfermo, su huida permanente. Cortadas las calles a distancias exageradas, me encontre con el arreo KK. El silencio de los sojuzgados, los alquilados, los que dependen de las sobras del Modelo. Solo lumpen¸ robots de la prebenda, golpearon mi corazon brutalmente. ¿“Menem lo hizo” y el Carancho aprovecha? pense. Hasta el ultimo gobierno popular y peronista, el del riojano, la gente venia con la alegria del encuentro de todos con todos, mezclados como en la fiesta de Serrat, pero con un fervor mistico, con el satisfecho cansancio del que abandono su trabajo para venir AL ACTO, a decir presente ante su conciencia peronista. Las familias demostraban su alegria. Ahora, zombies obligados, en silencio, cargando sus redoblantes y raidas banderas caseras, bajando de los vehiculos pagados por el satrapa local. Los grupos de los batatas –escasos, eso si- que no pudieron ir a Sudafrica haciendo de capangas sobre quienes sufren ordenes y abusos diariamente. ¡Un acto peronista servia para cantar y gritar sin libretos, lo que sentiamos! Como el botox deformante de la Faraona, la fachada montada para el canal oficial produce el asco de las mentiras y falsedades…