lunes, 14 de marzo de 2011

Los herederos de Peron...

Un Movimiento requiere un Conductor para que no se devoren entre si segmentos opuestos ideológicamente. No le alcanzo el tiempo a Perón para desbrozar su amplio jardín. Desde allí, cualquier pelagatos puede declararse peronista. Sobre todo con un aparato que ahoga la participación y evolución necesaria: el Transvasamiento Generacional nunca existió. Solo el reemplazo del caído por avispados trepadores, dispuestos a la fortuna propia rápida, descontrolados. Como en la Mafia, los patrones de barrio, dadores de protección y dadivas, manejan al peronismo. Sus cabecillas fueron chabelistas, menemistas, duhaldistas, kirchneristas, cristinistas mientras coman de la mano. Pero estos jefes de turno no pueden caminar por las calles barriales sin protección, al estilo de Perón, Felipe Sapag o los presidentes uruguayos. El pueblo no los ama, sin llegar a odiarlos, porque los sabe corruptos. Se impone dar de nuevo… no pueden seguir mezclados porque es imposible desarrollar un proyecto común. La CGT antes, la “Campora” después, los prebendarios ayer, todos buscan imponerse como un nuevo Ezeiza… “El peronista de Perón” es una entelequia y un dulce orgullo fuera de época.
¿Y cual es la argentina que vendrá? ¿La que se construye con casi todos los sectores como el de Perón? ¿O la de jóvenes de la Campora meloneados con slogans, sumando los receptores de dadivas? Mucha ignorancia inyectada sobrevuela en el último acto. No existen cerebros lucidos, apenas escribas del Faraón. Si la que vendrá, es esta opción cristinista, estamos fritos... es un pasaje directo a Haití. Hoy los odiodores se van definiendo entre un grupo meloneado -desinformado, ignorante de la historia, viviendo una ficción- y la oposición irrelevante -según definen en la embajada yanqui- Ahhh.... en el medio, los que laburamos para mantenerlos. EL HUARPE

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