El ajuste que no es ajuste...

La importancia de la educacion queda evidenciada fácticamente en dos hechos incontrastables: el peronismo y el sesentismo. La difusión de propaganda, sumada a la instrucción que se daba durante el primer gobierno peronista forjo una corriente mayoritaria que comulgaba con ideas de un presidente depuesto, en el exilio, con pocos intérpretes o representantes locales, pero que mantuvo contra viento y marea una retórica peronista, de variadísimos matices, muchos irreales. Actualmente su replica se percibe en las generaciones posteriores a aquella, que llevan al gobierno KK a manejarse con dogmas inculcados desde el peronismo revolucionario, el marxismo combativo y una izquierda anacrónica, conformando un progresismo que se dice moderno, pero de bases ya descartadas por la historia. Únicamente subsisten en Argenzuela, donde no solo mueren las palabras –como asegura el profesor Barcia- sino las ideas o la capacidad de pensar. Un ejercito de amebas – dedos descerebrados para postear- adscriptos a los KK y su billetera, invaden los diarios para incluso borrar a los otros que no opinan como ellos. En realidad no opinan, repiten slogans sin sentido y menos conocimiento sobre la materia, con la misma soltura que la Elizabet hace cháchara inconsistente por la “TV para todos”. Reducido el Relato Oficial a mera propaganda, sin preguntas, sin conferencias de prensa (¿se acuerdan?), puede asegurar que el sol sale por el oeste sin que le tiemble un botox. La anunciada crisis energética por el manoseo de cifras, variables, reservas y precios relativos ya llego al ajuste negado –como la inflación o la corrupción- por los KK. La plata que se uso para melonear multitudes maleables e indefensas se acaba. Ahora quieren que la pongan los enriquecidos pero sin tocar el tema de CÓMO se enriquecieron. Como siempre los KK con el caballo detrás del carro… primero hay que analizar los costos de los servicios. Por que no hay gas barato nacional, por que falta electricidad, por que nunca baja la nafta… Después vendrá tal vez, esta fantochada de borrarse del “subsidio”. EL HUARPE