viernes, 16 de diciembre de 2011

La sobreactuacion de la falsa Doctora

Cuando la autotitulada y nunca demostrada “Doctora” pretende hacerse la graciosa con el recuerdo del gobierno de Perón, tomándole el pelo a la Constitución del 49, al Dr. –en serio- Sampay y al papel de la clase trabajadora de esas épocas, desconociendo los hechos y reemplazando como siempre su ignorancia por la sorna, comienza la caida de la adhesión supuesta del 54% de las ultimas elecciones. Como siempre, atacando termina fortaleciendo a su pretendida victima. Hoy Moyano es mas fuerte que ayer, hoy la CGT se erige como cúpula de un témpano peligrosamente cerca del Titanic KK. Hasta logró el milagro de borrar de la TV el diario relato vespertino de la “Doctora”. A pesar que carece de preguntas sobre tanto disparate cotidiano, cómodamente instalada frente al espejo mágico que siempre le dice que es la más hermosa, la que más sabe, la Gran Hermana Superiora autorizada por ella misma a meterse con cualquiera sin pagar costos. Frente a ella, el silencio apenas quebrado por el obsecuente aplauso mecánico de su corte complaciente y temerosa. Moyano no es ni Rucci no Ubaldini, es cierto. Pero tampoco la “Doctora” se diferencia mucho de la débil Chabela: su hemorragia verbal es diaria, no por periodo. Y ha saturado de errores, exageraciones, mentiras y contradicciones. Cuanto mas habla, más se enreda en el ovillo del Relato no solicitado, incapaz de mantener cerrada la boca. “Se puede mentir mucho a pocos o mentir poco a muchos. No se puede mentir mucho a muchos”. Con una oposición cómplice, su propia personalidad es su gran enemigo interno. Termina así cayendo en el agua donde gusta admirar su imagen, mientras escucha su propio eco comedido. Cada vez mas evidente la necesidad de un examen psiquiatrico y clínico para ser candidato a algo en Argenzuela. EL HUARPE

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