sábado, 31 de diciembre de 2011

La teta de la Vaca Aurora.

Cuando niño leía con mis amigos las andanzas de una vaquita llamada Aurora. Me queda la imagen regordeta de la misma, y su carácter bonachón, inocente (buenuda, casi, dirían muchos hoy). Por supuesto entre sus dones estaba el de alimentar con su leche a quien la requiriera. Algo manipulada, la llevaban a cualquier lado en sus andanzas, y ella iba. No hablaba, ni pensaba, solo ponía caras ante cada situación. Creo que este aprovechamiento sin reclamos de un ser tan creíble fue el modelo de muchos de nuestros políticos. El Estado también es mudo, y no piensa ni reacciona. El gobernante de turno exprime sacando toda la leche que puede, la sube, la baja, la acuesta, creo que alguno hasta la viola, sin protestas del cuadrúpedo. La pobre vaca-estado sufre así lo que nunca se imagino su autor original, el tano Mirco Repetto. Chupan y chupan los aprovechados zánganos políticos, mientras Aurora, tal vez por los excesos o por algun agente del medio ambiente, va mutando. Su leche se va agriando, con un sabor metálico del oro primero y ahora con un dejo a Paco, tal vez porque han dejado de darle el forraje primero y al llevarla a los antros que frecuentan los políticos viciosos su alimento es inconveniente. No es lo mismo un establo que Spartacus o Calafate. Para colmo, una abuela que antes la cuidaba, también se fue trocando en algo espantoso. Como será que el pañuelo que antes cubría su cabeza ahora se lo hacen usar de mordaza, por las dudas. ¡Pobre Aurora! ¡Que desmejorada y desvalida se te ve! Tu actual capanga ha propuesto operarte con botox, para darte un mejor aspecto… Pero me temo que una cosa es una vaca y otra una yegua. EL HUARPE

No hay comentarios: