Si dicen que hay sol, sali con paraguas.

Luego de las elecciones KK que padecimos hace poco, donde se instaló el triunfo de Kirschler mediante hábil propaganda y manejos varios, no excluyentes de fraude, me preguntaban ¿y ahora, tendremos décadas de reelecciones con esta banda? Mi respuesta es que las películas hay que verlas hasta el final y a veces tragarse todos los títulos para evitar sorpresas. La supuesta fortaleza es la gran debilidad del Modelo: una sola persona –desde la “desaparición” del Otro- soporta todo el sistema. Si falta ella no hay reaseguro, como siempre el peronismo al día a día. Un accidente, una enfermedad, una denuncia imparable, un delito sorprendido con las manos en la masa, son situaciones sin remedio para la familia Kirschler. También una confrontación con sectores internos puede demoler lo que parece unido y en realidad es un nido de víboras a la expectativa. El problema de tener socios peso pesado: banqueros, capitalismo de “amigos” que van creciendo en poder, narcos y lavadores, FARC, el macaco y el coquero, pueden convertirse en enemigos peligrosos. Vemos en estos días una sucesión de colgados que nada bueno presagia. La respuesta de la propaganda K es la oportuna aparición de un supuesto cáncer benigno, que de malo solo tiene el nombre pues todos auguran una fácil resolución quirúrgica. Y de paso, se borra del escenario durante 25 días a la lenguaraz, escondiéndola hasta ver como negocia tanto fiambre en suspensión. Ciertamente no les creo nada a los KK y mucho menos este cáncer. Que casualmente ha reemplazado de las noticias, toda referencia al cónsul suicidado en Yacuiba, engrosando la lista de suicidados en democracia de Argenzuela. Hoy tenemos “cámara fija” y tema reiterativo en todos los canales mediáticos. Escucharemos hasta el hartazgo una y otra vez, la misma pregunta a médicos rotativos o reiterados explicando lo ya sabido. Mientras tanto, se oculta –aunque no en la cara del elenco aplaudidor de los actos televisados, ¿vieron?- el miedo de los “luchadores militantes” ante un futuro suspendido de un barral. Que la inocencia les valga. EL HUARPE