Que un gobierno nacional, le quite
importancia a la mentira evidente, incluso justificándola mientras se alza de
hombros, como ha sucedido desde el primer día es gravísimo. No se percibe el
relajo de las normas, las reglas, las leyes en un primer momento, pero hoy
vemos las consecuencias de tales actitudes propias de delincuentes. Ni picardía
ni conveniencia, ni desquite al FMI ni a los fondos buitres: es simplemente
hundirnos en el "todo vale" desde arriba, para que se imponga abajo y
en todos los sectores de la sociedad. Si observamos, mentir hoy es algo común,
nunca una falta, menos un pecado. El Relato descarado y reiterativo es una
muestra espantosa. Los discursos desde el atril ya no importan por su
contenido, sino por el nuevo disparate de la Faraona locuaz. Ya poco sorprende
de sus dichos, cada vez más lanzados hacia la locura, desafortunadamente
sembrando más en un terreno preparado a aceptarlo. Argentina Resiste. EL HUARPE
¿Existe la mala praxis en política?
Parecería que sí observando que la Constitución reserva para algunos casos el
Juicio Político. Claro que no contaban los constituyentes de 1853 el grado de
corrupción que podría impregnar a los representantes del pueblo y funcionarios
encargados de monitorear la legalidad del funcionamiento del poder político-económico.
Pareciera como aceptado que una vez que se gano una elección, todo debe
soportarse. Las medidas que han tomado los KK han superado a los dislates de la
Alianza, de Alfonsín o Menem. No solo la oportunidad desaprovechada sino el
vaciamiento institucional y de fondos acumulados para otros fines, en beneficio
del manoteo indiscriminado. Vamos hacia la repetición de situaciones donde solo
nos damos cuenta, cuando los responsables ya están a buen resguardo, como los
fueros de Menem o fallecidos, como Alfonsín y el Tuerto Desaparecido, de cadáver
ausente. EL HUARPE
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