domingo, 2 de septiembre de 2012

¿JUECES A LOS 16?


No será políticamente correcto, pero las juventudes políticas nos han jorobado bastante la vida, como para ahora darles el voto a los 16. Desde los 60, cuando la resistencia a la guerra de Vietnam, el Flower Power, el Mayo Frances, las resistencias al totalitarismo comunista en Europa, puso sobre la mesa la moda de reconocer poder a quienes están en el umbral de su adultez.  La versión sudamericana paso por el activismo guerrillero castrista, llegando hasta la iglesia y sus párrocos. Los resultados como mínimo, no fueron felices. Muertes, atentados, violencia callejera, secuestros, fueron las herramientas elegidas y llegan sus coletazos tremendos hasta nuestros días, atropellando las instituciones, los valores y los principios. Familia, trabajo, honradez, respeto, solidaridad son cosa del pasado, parece. El comunismo fue el fogonero en muchísimos casos y sostén económico, hoy el narcotráfico lo suplanta: siempre hay un negocio detrás de los “idealistas”. La Coordinadora, los Shushi, la Tendencia y La Campora, son grupos que resultaron nefastos por su enfrentamiento elitista y autoritario con la sociedad, producto de su inmadurez.  Llevan el germen de la derrota en su influencia. Pero era “democrático y moderno” regalarles un puesto sin merecerlo. A diferencia de Cohn Bendit, hoy eurodiputado verde, los Montoneros siguen con su proyecto cubano, en terreno argentino, con renovada prepotencia. Como Perón, calzándose el uniforme después del exilio, están de revancha. Rechazados por el pueblo, exterminados militarmente, a contramano de la historia, viven su deja vu en una isla solo habitada por ellos. Podría decirse que en un mundo globalizado y raudamente cambiante, han involucionado en su retórica a diferencia de sus modelos: el Relato tiene más del 45 que de los 70 y la actualidad y se resiste a definir un futuro posible. “Todo en su medida y armoniosamente” no les cabe.  No lo escucharon antes, lo traicionaron y llevaron a su muerte, al líder y al concepto.  EL HUARPE
Como en los setentas La Tendencia, ahora La Campora reflota "la revolución" sin nombrarla.  Tampoco se uniforma de verde ni lucha realmente... Usa smartphones, trajes de moda, hasta algún departamento en Madero, todo con nuestra plata.  Estos no necesitan secuestrar empresarios para hacerse de fondos, como los otros.  Tienen a su favor a Etchegaray y un parlamento que les provee fondos de jubilados, de ahorristas, de productores rurales e industriales, del BCRA, y hasta de las compras del turista sobreviviente. El narcotráfico queda para sus patrones, más ambiciosos. A los camporistas les alcanza con el sueño de la sucesión... sin advertir que muerto el perro, se acaba la rabia. EL HUARPE

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