Las consecuencias están a la vista, si
quiere verlas. Toda división, toda exclusión, todo ostracismo va ocultando
junto con sus victimas, un sordo resentimiento por sentirse desplazado. Por
algo en la antigüedad se castigaba con el exilio, tanto como la muerte, pues el
desarraigo, la soledad, la distancia de lugares y seres queridos, van minando
el alma. Es inevitable la bronca creciente, salvo que sea tapada por una
depresiva actitud. Paso en el 55 cuando la R.Fusiladora decidió descartar al
peronismo, a sus símbolos pero también a los peronistas de carne y hueso.
Persecución política y laboral para
medio país, borrando carteles, libros, títulos
y honores, con saña maccarthista. Me decían “no repitas lo que escuches
en casa”, “no digas que somos peronistas en la escuela”, termino forjando la
Resistencia mas poderosa a los regimenes posteriores de la historia nacional. También
provoco las Formaciones Especiales, las Tendencias, los Montoneros y tantos
grupos mas presentados a la sociedad como
“ejercito del pueblo” y luchadora contra las dictaduras con la bandera del
Regreso del Líder. El trabajador, el estudiante, el profesional, el comerciante
fueron sumando revanchas personales y de clase al Luche y Vuelve. Claro que
muchos creían que no volvería, y que el Trasvasamiento Generacional ya estaba
ahí. Y aparece la traición en el Movimiento icono de la Lealtad. Los recién
llegados no querían esperar, se creían más peronistas que Perón. La jerarquía
guerrillera tenía otros jefes y otras ideologías que representar: la Revolución
Socialista Castrista y sus aliados. Convergen con otros enemigos históricos del
peronismo: el imperialismo de los monopolios económicos, ya mordiendo a través
de sus lacayos del Partido Militar. Fallaron en Ezeiza pero dejaron la semilla
de la discordia en las medidas del pobre Cámpora, antecesor de De la Rua en
manos del Frepaso. Historia eterna de la irrealidad progre en todo el mundo,
armada o no. Los jefes lo sabían, la “juventud maravillosa”, no.
Creyeron que con los KK se justificarían
tantos muertes juveniles y solo fueron encandilados por el par de fabuladores
mas extraordinarios que conocimos. Frases, relatos, gestos y actuaciones no
reemplazan al robo, la mentira y la entrega sin par del “Modelo” y los
resultados, siempre opuestos a los dichos, están sobre la mesa. Viene la
paciente tarea de restañar heridas, explicar desfalcos, mostrar números y
aplicar justicia para que Nunca Más la corrupción aproveche los excesos de
otros, para tapar los propios. Mucho desinformado, mucho ilusionado, mucho
creyente en milagros merecen la ayuda necesaria para sumar, porque los KK
quieren dividir y huir en el entrevero. Un simple talero sirve para romper los
espejos deformantes que nos rodean, sin herir.
Y una gran jaula para los ladrones, del color que sean. Sumemos,
didácticamente… no les hagamos el juego a los tránsfugas. EL HUARPE
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