País generoso, han tenido su “oportunidad”. Esa generación que quería enseñar peronismo a Perón, que mataron a Rucci y mucho más compañeros. Que traicionaron al pueblo que los alimento para luchar contra la Dictadura setentista y adoptaron –como Castro- un tardío comunismo revolucionario para justificar su presencia. Se asociaron con los milicos para provocar un golpe que bañaría en sangre la nación, creyendo que podrían cumplir la ordenanza del Che: una Argentina Roja. Estos sesentones, vueltos del ostracismo histórico aparecieron con sus truchos desaparecidos, sus nietos marketineros, sus abuelas y madres Sociedad Anónima, sus Jauretches leídos a las apuradas, y de la mano del ignorante Duhalde reflotaron a los que ya se iban, ahítos de fortunas despojadas con la 1050 y 500 millones de dólares depositados en su cuenta particular a pesar de ser de la provincia de Santa Cruz. El cuaderno del Tuerto Usurero contiene un osado cálculo: cuanto podría rendir ese modelo de abigeato a nivel nacional y se lanzaron a Buenos Aires, vendiendo Relatos que de tan falsos, provocaron dudas a muchos. El daño es monstruoso, la mentira calo hondo en juventudes desprevenidas, la teoría del yo bueno y el otro malo fue repetida diariamente, hora a hora, y engranaba con esos canosos “sufrientes” que habían sido “juventud maravillosa”. Comprable la novela montonera, quien podría estar en contra de tanto autodenominado héroe, y nos llenaron de Cartas Abiertas, de funcionarios venales, de patoteros callejeros y de vagos submantenidos. Ya fueron, ya estuvieron en este baile de disfraces, ya dejaron un tendal de mugre, borrachos de poder y de impunidad, ahora viene la limpieza, el barrido y cepillado de la casa, habrá que mostrarle a nuestros hijos que estos doce años fueron otro Proceso de Destrucción Nacional y ninguna gesta latinoamericana. Ya se respira mejor, ya nos dimos cuenta que nunca debimos dejar la escoba, porque “no se van todos”, hay que echarlos. EL HUARPE
jueves, 21 de abril de 2016
LOS CUADERNOS DEL TUERTO LADRON DESAPARECIDO
País generoso, han tenido su “oportunidad”. Esa generación que quería enseñar peronismo a Perón, que mataron a Rucci y mucho más compañeros. Que traicionaron al pueblo que los alimento para luchar contra la Dictadura setentista y adoptaron –como Castro- un tardío comunismo revolucionario para justificar su presencia. Se asociaron con los milicos para provocar un golpe que bañaría en sangre la nación, creyendo que podrían cumplir la ordenanza del Che: una Argentina Roja. Estos sesentones, vueltos del ostracismo histórico aparecieron con sus truchos desaparecidos, sus nietos marketineros, sus abuelas y madres Sociedad Anónima, sus Jauretches leídos a las apuradas, y de la mano del ignorante Duhalde reflotaron a los que ya se iban, ahítos de fortunas despojadas con la 1050 y 500 millones de dólares depositados en su cuenta particular a pesar de ser de la provincia de Santa Cruz. El cuaderno del Tuerto Usurero contiene un osado cálculo: cuanto podría rendir ese modelo de abigeato a nivel nacional y se lanzaron a Buenos Aires, vendiendo Relatos que de tan falsos, provocaron dudas a muchos. El daño es monstruoso, la mentira calo hondo en juventudes desprevenidas, la teoría del yo bueno y el otro malo fue repetida diariamente, hora a hora, y engranaba con esos canosos “sufrientes” que habían sido “juventud maravillosa”. Comprable la novela montonera, quien podría estar en contra de tanto autodenominado héroe, y nos llenaron de Cartas Abiertas, de funcionarios venales, de patoteros callejeros y de vagos submantenidos. Ya fueron, ya estuvieron en este baile de disfraces, ya dejaron un tendal de mugre, borrachos de poder y de impunidad, ahora viene la limpieza, el barrido y cepillado de la casa, habrá que mostrarle a nuestros hijos que estos doce años fueron otro Proceso de Destrucción Nacional y ninguna gesta latinoamericana. Ya se respira mejor, ya nos dimos cuenta que nunca debimos dejar la escoba, porque “no se van todos”, hay que echarlos. EL HUARPE
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